Las promesas del bienestar social y las recetas banales no bastan cuando se vive la realidad del día a día,
Hemos pasado de las críticas: de
que el Gobierno se cargó “el estado de bienestar” y de las promesas de los
nuevos mesías: “subvenciones para todos”, al reparto de poderes para ocupar un
cargo de poder.
Hemos vivido el bochornoso panorama
de ver como la lista más votada ha ido pasando a segundo término, pues todo vale para desbancar a la derecha, se
sabía que sin la mayoría absoluta la investidura de Rajoy era inviable y nos
extraña que evite el bochornoso espectáculo de humillación que hubiera sido someterse
a una investidura cuando todos los partidos de la oposición hacen sus cábalas.
Los nuevos partidos emergentes
desprecian las instituciones existentes y creen que sólo con suprimirlas
soluciona el problema. Las promesas del bienestar social y las recetas banales
no bastan cuando se vive la realidad del día a día, estas promesas si se
aplican, no funcionan. El intervencionismo obstáculo la economía y carga a las
espadas de los países una losa de deuda que acaba comprometiendo hasta los
servicios públicos más básicos. La mayor amenaza de este tipo de partidos es su
filosofía económica que no es otra que considerar al empresario un agente enemigo
y al Estado lo considera como el redentor que debe fomentar el empleo y la
buena vida, eso acaba siempre igual, con la huida de la inversión extrajera y
la subida de impuestos a las clases
medias.
En España no caben las
grandes coaliciones como lo fue en
Alemania, el PP y el PSOE son dos fuerzas contrapuestas incapaces de verse como
coalición patriótica, por otra parte la combinaciones imaginables entre las
izquierdas y los nacionalistas sería una ruina sin remedio, por que
desembocaría en una constitución de izquierdas, que no sería otra cosa que una
constitución contra la derecha y contra la unidad nacional. Tenemos la
experiencia de estas coaliciones, que lo máximo que han durado han sido de tres
a cinco años y terminaron muy mal para el pueblo español.
Con forme están las cosas es
difícil encontrar soluciones, es momento de pactar, de buscar soluciones. Para
el bien de todos creo que la única salida beneficiosa para todos, es la ir a
unas nuevas elecciones.
Cuenca, 25 de enero de 2015
José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico